Durante la presentación de la nueva tarjeta basada en Tonga PRO, la R9 285, AMD ha revelado ciertos detalles sobre el proyecto FreeSync, tecnología que permitirá una tasa de refresco variable en los monitores y de la que pudimos ver una demostración durante el evento del 30º aniversario de la marca.
Este proyecto es la respuesta de AMD al G-Sync de NVIDIA, la cual ya ha sido lanzada al mercado e incorporada en monitores como el Asus RoG Swift PG278Q.
Pero en el caso de AMD esta tecnología solo será compatible con las GPUs más recientes con chip de silicio. En concreto con las GPUs Hawaii, como la Radeon R9 290 y 290X, además de la nueva gráfica Radeon R9 285. Y se espera la confirmación de la posible compatibilidad con Bonaire, chip utilizado por la Radeon R9 260X y HD 7790.
La actual línea Radeon está compuesta por una mezcla de nuevos y antiguos chips en silicio, hay tarjetas gráficas que han sido comercializadas recientemente y que no contaran con soporte para la tecnología FreeSync en el momento de su lanzamiento, como es el caso de los chips Tahiti y Pitcairn basados en una revisión de GCN.
Esto significa que las tarjetas de la marca como la Radeon R9 280, 280X, 270 y 270X no serán compatibles con este sistema, al igual que las series HD 7000 y 8000. Por el contrario, la tecnología lanzada por NVIDIA G-Sync funciona con las tarjetas gráficas GeForce basadas en Kepler a partir de la serie 600.
Los primeros monitores con FreeSync aparecerán a lo largo de este mes y comenzaran a comercializarse a principios del año que viene, de momento no conocemos marcas ni posibles precios de estos nuevos monitores.