Durante la semana pasada se informó que la empresa Hewlett-Packard, comúnmente conocida como HP, lanzó una actualización del Firmware en marzo que deshabilitaba ciertos cartuchos de tinta de terceros a partir del pasado día 13 de septiembre.
De este modo, los usuarios se verían forzados así a comprar los cartuchos de tinta de la propia compañía, los cuales suelen ser más caros siempre.
Los cartuchos de HP tienen un chip el cual comprueba la impresora para asegurarse de que los cartuchos de tinta instalados son los oficiales. Debido a esa actualización del firmware, aquellas impresoras en las que se haya detectado cartuchos de marcas de la competencia o incluso cartuchos rellenados de la propia compañía tendrá como resultado el que la impresora no funcionará a la hora de imprimir.
Debido a las quejas totalmente razonables de los usuarios, HP lanzó un comunicado diciendo que deberían haber hecho “un mejor trabajo de comunicación” sobre la actualización del Firmware.
Tras más de 10.000 firmas para la carta de la EFF (Fundación de fronteras electrónicas) hacia la compañía reclamando una disculpa hacia los consumidores y restaurar la funcionalidad de sus impresoras al estado anterior a la actualización del firmware. Mientras que HP trabaja en la nueva actualización para anular la restricción, insiste en que la decisión tomada fue para proteger a los consumidores, en vez de forzarlos a comprar los caros cartuchos de HP.
“We updated a cartridge authentication procedure in select models of HP office inkjet printers to ensure the best consumer experience and protect them from counterfeit and third-party ink cartridges that do not contain an original HP security chip and that infringe on our IP,” said COO John Flaxman. “When ink cartridges are cloned or counterfeited, the customer is exposed to quality and potential security risks, compromising the printing experience.”
La EFF y muchos consumidores argumentan que la intención de HP poco tenía que ver con fomentar la seguridad de los consumidores y más con la compra de cartuchos de su propia marca. “En estos momentos la gran mayoría de usuarios con impresoras afectadas no conocen el motivo por el cual sus impresoras han dejado de funcionar ni cómo es posible el repararlas” apunta la EFF.
En estos momentos no es relevante cuanto HP intenta excusar este incidente como “una falta de comunicación”, aclarado el motivo la reputación de la compañía ha recibido un golpe contundente.