Ante la llegada de los procesadores de la sexta generación Intel Core Skylake i5 6600K e i7 6700K, poco han tardado los minoristas en listarlos entre sus productos, junto a las nuevas placas z170.
Rondando un precio aproximado de 270€ tenemos el Intel Core i5 6600K, el cual cuenta con 4 núcleos, con sólo 4 hilos, a una frecuencia base de 3’5GHz y una frecuencia boost de 3’9GHz, 6MB de caché L3 y un TDP de 95w. Comparándolo con su antecesor, el i5 4690k, supone una mejora aproximada de rendimiento del 11%, viéndose aumentado el TDP máximo por la inclusión de la IGP Intel HD 530.
Y con un precio aproximado de 385€ tenemos el Intel Core i7 6700k, el cual cuenta con 4 núcleos en hyperthreading, dando un total de 8 hilos, a una frecuencia base de 4GHz, sólo viéndose incrementada su velocidad a 4’2GHz con el boost, un caché L3 de 8MB y un TDP de 95w. Comparado a su antecesor, el i7 4790k, apenas supondría una mejora en lo que a potencia se refiere, aunque con el i7 6700k si que tenemos verdaderos cambios en el procesador, con una mejor regulación del voltaje diciendo adiós a la dependencia de la placa base en ese sentido y con nuevas instrucciones, supone un gran cambio respecto a la anterior generación.
Muchos se preguntarán si saldría rentable actualizar a un equipo basado en Skylake, si tienes un Haswell ya te adelanto que no, pero si vienes de un equipo Ivy Bridge o incluso Sandy Bridge, sin duda sería un cambio a considerar. Ya que la plataforma Skylake no sólo es un nuevo procesador, sino una nueva plataforma formada por placas base que cuentan con el chipset Intel Z170 express, el cual incluye más líneas PCIe, además de las que puedan integrar los fabricantes adicionalmente con chipsets a parte, permitiendo tener mejores tarjetas gráficas en SLI e incluso unidades de almacenamiento de alto rendimiento como SSDs por M.2 o PCIe. A eso le añadimos las memorias DDR4, las cuales con un menor consumo energético nos proporcionan un mayor ancho de banda, tendríamos una gran actualización..