HyperX Fury SSD:

Y ya nos adentramos en la parte más interesante de la review, el producto en sí, estética, prestaciones, ventajas, desventajas y un análisis más completo al margen de las pruebas y el rendimiento real, que llegaran después.

En primer lugar iremos al tema de estética y la calidad de construcción, una vez lo tenemos en las manos podemos apreciar un carcasa metálica bastante rígida y algo rugosa, similar a la que encontramos en los V-series, y que al igual que en estos se encuentra rematada con un borde plástico con fines únicamente decorativos.

En un discreto tono negro y blanco tiene una estética bastante cuidada y a la que se puede notar que Kingston a prestado una especial atención, debido a que es un detalle que cada vez apreciamos más los entusiastas y que en estos momentos es un punto a  favor de cualquier producto; en el caso de HyperX Fury SSD se encuentra más orientada principalmente a equipos más “discretos” sin colores ni luces llamativas. Para concluir con este aspecto debemos destacar en ultimo lugar la pegatina principal, la cual podemos encontrar en cualquier disco duro, esta mantiene la misma  línea que la carcasa en tono negro y blanco muestra el logo principal de la marca junto con el número de serie y  las especificaciones básicas.

Hasta este punto podríamos pensar que se trata de un SSD de bajo coste y cuyo rendimiento estará a la par que su precio, pero no podíamos estar más equivocados, analizando los datos técnicos y posteriormente su comportamiento en las pruebas nos daremos que cuenta de que este SSD tiene mucho que ofrecernos y que no se queda atrás respecto otros modelos con un coste mucho superior contrastado, con los apenas 70€ o 100€ según el modelo por los que podemos adquirir este SSD.

Profundizando más en el Fury, desmontándolo, lo primero que nos encontraremos será el controlador SandForce, unido mediante una almohadilla térmica a la carcasa con el fin de mejorar la refrigeración durante su funcionamiento.

Concretamente el controlador SandForce que incorpora es una modificación del propio Kingston, SF-2281, y que al igual que el resto de controladores de esta gama está pensado para un mejor manejo de los datos compresibles que los incompresibles, lo que en ocasiones puede reducir las velocidades de escritura y lectura respecto SSDs con controladores MARVEL; pero este SSD no está pensado para ese fin, grandes velocidad a toda costa, está claramente orientado hacia la durabilidad y la estabilidad.

Este controlador se encuentra conectado a 16 chips MLC NAND, que otorgan al SSD una capacidad útil de 120GB en el modelo que hemos podido analizar, aunque también podemos optar por la versión de 240GB.

Con una interfaz SATA III ofrece unas velocidades de escritura y lectura de 500 MB/s según datos del propio Kingston, las cuales se ven reducidas a 420MB/s de lectura y 120MB/s de escritura en el modelo de 120GB y 420MB/s de lectura y 120MB/s de escritura en el de 240GB en caso de tratarse de transferencia de datos no comprimibles, datos que también ofrece el propio Kingston.

Por último, destacar que debido a su bajo peso de apenas 90g y su reducido grosor de 7mm, además de un TDP inferior a otros modelos, se posiciona como una gran opción para los ultrabooks y portátiles de pequeño tamaño.