Se acaba de filtrar datos de las dos conocidas ensambladoras, MSI y ASUS, en los cuales podemos ver como ciertas unidades de GPUs han sido modificadas por los fabricantes para ofrecer mejores resultados. En este caso, estas tarjetas han sido enviadas a especialistas del sector con el objetivo de mostrar una mayor potencia que las versiones vendidas al por menor.
En este caso, el primero en darse cuenta de esta modificación ha sido Damien Triolet, conocido por descubrir el problema de VRAM de la GTX 970. Lo que se ha mostrado es que estas no fueron enviadas con la BIOS de serie de uno de sus modelos normales, ya que esta es una BIOS personalizada que los fabricantes usan para obtener una mayor frecuencia de GPU y memoria, otorgándoles así mayor rendimiento. Pese a ser una diferencia ínfima, esto puede resultar en una mejor publicidad del modelo personalizado respecto al de otras marcas, sin tener que gastar una cantidad de dinero excesiva en esta campaña.
En este caso, las tarjetas gráficas afectadas son la GTX 1080 Gaming X de MSI y GTX 1070 Strix de ASUS, dos modelos de alta gama dentro de sus marcas. Como curiosidad, ambas cuentan con modos “gaming” o “OC”, los cuales aumentan las frecuencias de estas desde la BIOS, método que usan los ensambladores para hacer parecer que estas tienen un mejor rendimiento. En este caso, al parecer ambas venían por defecto en este modo “OC”, pero no se mostraba como tal, así que, a ojos del analista, estaba en su modo básico, con la BIOS que tendrían todos los modelos manufacturados por la marca. Esta no es una práctica habitual entre todos los ensambladores, ya que otros como Gigabyte no lo han usado en el modelo G1 Gaming que mandaron a los mismos analistas. Por lo tanto, os recomendamos que miréis con lupa los análisis de estas gráficas, ya que muchos se han realizados previos a saber estos datos y las tarjetas analizadas podrían contar con esta modificación.
