Según los últimos datos sobre Intel Cannonlake, la próxima arquitectura de procesadores de Intel, estos saldrán a la venta a finales de 2017. Junto a la octava generación de procesadores, llegarán las nuevas placas de chipset Intel 300, pero no sabemos cuál será su socket.
Según algunos medios asiáticos, las nuevas placas con el chipset 300 estarán disponibles a finales de 2017, lo que quiere decir, que estas introducirán la nueva arquitectura Cannonlake. Por desgracia, sabemos muy poco sobre estos últimos, y pese a estar en el roadmap del fabricante, no tenemos datos significativos sobre sus nuevas tecnologías o rendimiento.
Intel 300
Sin embargo, ya sabemos algo sobre el nuevo chipset. Este implementará el soporte de USB 3.1 y Wi-Fi en todas las placas que se incluya. Es claramente un movimiento para intentar implementar un nuevo estándar, por parte del USB 3.1, y una funcionalidad básica. Algunos fabricantes como Realtek o ASMedia saldrán beneficiados del uso de estos, y los acuerdos que se deberán de realizar con diferentes fabricantes de placas base.
La mayor intriga de este nuevo chipset es su socket. No sabemos si se mantendrá el socket 1151, presentado con Skylake y vigente con la futura arquitectura Kaby Lake. De ser así, estos nuevos procesadores Intel Cannonlake usarían memorias DDR4. Además, según otras filtraciones, la nueva interfaz PCIe 4.0 llegará por estas fechas, así que podría implementarse por primera vez en la nueva generación de placas base.
Intel Cannonlake
Según el roadmap de Intel, Cannonlake usará por primera vez una fabricación de 10 nm, nunca antes vista en ningún chip de Intel. Su llegada está prevista a finales de 2017, así que puede que hasta la Computex 2017 no tengamos datos concretos de los nuevos procesadores. También se rumorea que usará memorias RAM DDR4 funcionando a 2400 MHz, como la primera generación de procesadores Zen de AMD.
