Nos acercamos a la campaña navideña, y puede que muchos estuvieran planeando adquirir un nuevo y flamante SSD. Pues bien, puede que no sea una buena idea, ya que durante las próximas semanas podría aumentar el precio de estos considerablemente.
Aumento de demanda
Durante el último semestre la demanda de unidades NAND flash se ha visto aumentada en un 19,6 por ciento. Esto se debe a un claro crecimiento del mercado de SSD, tanto en producción de modelos que se distribuyen, como de futuras unidades que saldrán a la venta durante inicios de 2017.
Este incremento de ventas y demanda puede deberse a campañas comerciales como el Black Friday u otras. Claramente, a día de hoy cualquier equipo tiene un SSD, dentro de la gama media y alta. Pero esto no se limita tan solo a unidades de sobre-mesa, la mayoría de portátiles también equipan estos, incluso algunos tienen tan solo estas unidades.
Pese a este aumento de precio, nunca volveremos a ver uno igual que el que sufrió la industria de SSD en 2011. En este caso, hubo una gran inundación en Tailandia que hizo que los precios de estas unidades aumentasen descomunalmente, debido a que se paró su producción y los módulos escaseaban. A diferencia de esta vez, en ese momento el mercado de SSD era muy pobre, apenas usuarios usaban estos, actualmente, es un estándar y cada vez más asequible.
Cambio de 2D NAND a 3D NAND
Se planea que en los próximos meses se avance a la tecnología 3D NAND, y diversas compañías ya ofrecen estos productos. Mayor eficiencia con costes reducidos, pero no todo son ventajas. El cambio a tecnología 3D NAND también provoca un aumento de precio de los SSD, ya que las fábricas deben de cambiar sus cadenas de producción y adaptarla a estos, suponiendo un coste capital y temporal a consumidores e inversores.
