La compañía Intel continua la batalla contra la multa impuesta de la UE por valor de 1.2 billones de dólares tras concluir que Intel abusó de su posición en el mercado para frenar el desarrollo de AMD y eliminar su competencia.
Para que podamos entender la situación actual vamos a explicar lo sucedido. A Intel se le denegó el recurso que interpuso en 2014 de la multa por intento de monopolio, pero de nuevo Intel se niega a pagar concluyendo que la Corte de Justicia Europea no analizó por completo todas las “circunstancias relevantes” y que ya en 2009 no tenía rival.
El caso original es que se descubrió que Intel rebajó precios a fabricantes como Acer, Dell, Hewlett-Packard (HP), Lenovo y NEC ente los años 2002 y 2007 con la única condición de que al menos el 95% de los equipos estuvieran equiparan una CPU de Intel además de unas condiciones “muy restrictivas” para el 5% restante. Lo que impidió a AMD como principal fabricante de CPUs alternativo el poder ser rival par Intel ya que no tenían apenas mercado a pesar de que AMD presento el primer procesador X86 de 64-bit allá en 2003 y el primer procesador Dual Core en 2005.
Durante la investigación a la que Intel fue sometida, se desveló que Intel también hacia pagos a Media Markt con la condición que de manera única y exclusiva se vendieran equipos con Intel como CPU, lo que lo hace más grave aún que la anterior situación es que se negó a AMD el derecho de poder vender sus equipos en tiendas Media Markt y por lo tanto perder la competencia ante Intel de manera directa.
La comisión europea debe decidir pronto sobre el nuevo recurso interpuesto por Intel, lo que podría obligar a Intel a pagar tras 7 años desde que se impugno su decisión original. En estos momentos 1.06 billones de euros deberían haber ido a las arcas de AMD 6 años atrás en vez a las de Intel.